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Quien maneja este espacio opina que el fútbol ingles no existe, porque en realidad siguen jugando al Rugby. El fútbol italiano tampoco existe, porque en realidad juegan al tenis: El objetivo es rechazar fuerte todo lo que cruza el medio campo. El fútbol alemán tampoco existe: Corren maratones. Finalmente, opina que el fútbol Holandés, Argentino y Brasileño de los 70 y 80 no existe: Eso, eso es simplemente Fútbol.

martes, 8 de junio de 2010

Que golazo el del 86!

"Escuchame, vos viste aquel golazo, no? El del 86 a los ingleses? Bueno, ahí esta. Ahí esta lo que te contaba. Te das cuenta?"

Esa fue, casi, la ultima frase de la conversación entre el Ruso y Juancito. Mira, te cuento un poco por donde venia la mano. Imaginate, seguro que estuviste en una situación similar en algún momento: Un bar, una quilmes de por medio, el platito de madera con maníes en el centro de la mesa (ahora casi vacío), cinco amigos y la morocha infernal que atiende la barra. Uno de esos era yo, después estaban el Ruso y Juancito, obvio, y después Javi y Lolo. Bueno, el cuerpo de Lolo, porque la mente estaba con la morocha. Yo, como siempre medio vago, seguía con los pantalones cortos y la remera azul y blanca que usamos en el torneo. Los otros dos de nuestro equipo eran Fefe, el habilidoso, y su amigo que jugaba al arco. Pasa que el amigo de Fefe no venía a nuestra misma facultad, lo veíamos solo los sábados cuando jugábamos, y como nunca le pedías la pelota -porque jugaba al arco- no surgía la oportunidad de aprender su nombre por repetición. Aparte vivían lejos y se iban en auto rápido antes que el transito de la Lugones se ponga fulero.

Bueno, te imaginas ahora. Lo que me falta contarte es que ese día jugamos un partido de novela: Tocamos de primera, los rivales llegaban siempre dos segundos tarde a los cruces, Fefe, Juancito y el Ruso -un volante de esos que van y vienen porque no se cansan nunca- tuvieron un sin fin de mano a mano con el arquero... una maravilla. Y cuando no jugábamos a tocarla, Fefe la entretenía abajo de la suela, esperaba que se le vayan todos a el, y con un toquecito sutil nos dejaba mano a mano con el arquero rival. Y vos lo vieras al Ruso, estaba chocho. Aplaudía, arengaba, tenia una sonrisa de oreja a oreja que por momentos lo hacía parecer medio estúpido. Pasa que nuestro equipo, por lo general, juega mas o menos así: Somos todos mas o menos normalitos, y aunque tratamos de tocarla y movernos lo nuestro pasa mas bien por la voluntad que por la técnica. Bueno, eso es una manera poética de decir que la agarramos y le damos para fuerte para adelante; y que Juancito -nuestro 9- se arregle. Y después, a contramano de nuestro voluntarioso 'pum para arriba' esta Fefe, que es como un agujero negro: Agarra la bola y chau... no la ves mas. La absorbe como si fuera un centro gravitacional infinito. Ojo, el pibe la mueve, es jodido sacársela y está bueno que apile a un par de rivales porque nos libera a nosotros, como en el partido de hoy. El tema está en que no la larga y entonces, bueno, para que cuernos sirve que estemos libres si el pibe hace una de mas y se la terminan quitando, no? Aparte después tenemos que bajar a defender y, salvo el Ruso que tiene un físico privilegiado, no nos da para andar de acá para allá todo el partido. Que cosa, la pelota es como el poder: No esta mal tenerlo, el problema es no saber largarlo.

Bueno, si, me fui al carajo. El tema es que el Ruso se agarra una calentura terrible con Fefe, y al final de los partidos siempre le canta una letanía de insultos que Dios mio... lo que son las puteadas del Ruso... una vez lo escuche combinar a la madre del susodicho con queso de cabra y la filarmonica de San Fransisco. Una imaginación para la puteada que si los comerciales de la tele pudiesen incluir groserías, se haría millonario como publicista. Bueno, ahora que lo pienso, le esta llendo bastante bien como publicista...

Pero no se porque, ese día parecíamos el Ajax y Fefe parecía Cruyff. Bueno, de mas esta decir que ganamos, y por afano. No se si fue cinco o seis a uno, pero mas de cuatro le metimos seguro. Y entonces, en la picada que hacemos post partido, el Ruso estaba que desbordaba de alegría (y Lolo tambien, pero creo que en eso tenia mas que ver la morocha que hacía de barman). Nos decía que así es como había que jugar, que los espacios vacíos, que las opciones de pase esto, que Johan Cruyff lo otro. Estaba intratable. Es en esa que Juancito se le acerca al Ruso y le dice "Decime Ruso, porque jodes tanto con el tiki-tiki ese? Mira, hoy ganamos, les pintamos la cara, pero estos pobres muchachos eran mas malos que la peste. Ganarles a estos, la verdad, no prueba nada."

"Mira," largo el Ruso, "el toque, el juego a uno o a lo sumo dos toques, no es la esencia de este deporte." Ahí todos lo miramos medio confundidos. Como era eso? Es como si el Papa declara por cadena nacional que Jesus era un extraterrestre y que el segundo advenimiento no era el original sino un clon. "Si, si, como te dije. El toque no es lo fundamental, eso es cierto. Lo fundamental es el gol, porque en este juego se gana con goles. Pero, te pregunto a vos que sos nuestro delantero goleador. Decime, como te es mas fácil meter el gol? Si tenes que fajarte en la altura con el central rival o si cabeceás solo? Si tenes que patear con un loco forcejeando con vos o si tenes tiempo para recibir, mirar al arquero, y ajusticiarlo? Obvio, preferís estar libre no? Bueno, pero para que vos estés solo en el área que hace falta? Hace falta un espacio libre. O sea, este juego se trata principalmente del gol pero, por decantacion, es un juego de espacios. El que los sepa generar y aprovechar mejor tendrá más posibilidades de ganar. Pero la pregunta es: como aparecen los espacios vacíos?" Ante la pregunta, que obviamente era retorica, salto yo y acoto "bueno, los otros son horribles..." Para que... el Ruso me mira con cara de "vos mejor callate" pero acota, muy políticamente "Bueno, si. Pero que tal si no son horribles? Como haces?" Acá el Ruso hace una pausa y, viendo nuestras caras de nada continua "Tenes que forzarles la concentración, hacer que se distraigan. Decime Lolo, vos que jugás de ultimo hombre," -a esto, Lolo, que estaba mirando de reojo a la barman (o en este caso se dira bar-girl?), pega un giro de cabeza tan brusco, sorprendido al oír su nombre, que casi se vuelca toda la cerveza en los pantalones. Quizá sea yo, pero podria jurar que la morocha se sonrió. Aunque... semejante mina dandole bola a Lolo? No, me debo haber equivocado.

Enfin, el Ruso siguió "vos jugás de 2: que es mas fácil, marcar a uno o a dos rivales? A uno no? Bueno, ahi tenes Juancito: Si un rival tiene la bola -un rival con reputación de no pasarla o simplemente un rival aislado de sus compañeros- a cuantos tiene que marcar Lolo? A uno: solo a ese rival. Bueno, si ahora este rival no es un morfonazo, y ademas tiene una opción de pase. A cuantos hay que marcar? A dos: el de la bola, y el posible pase. Y ni te cuento si hay dos o tres opciones de pase. Las posibilidades de toque fuerzan a que el rival se mantenga atento, ademas de diluir las referencias de marca. Este cóctel implica una eventual desconcentración, y eso implica espacios. Por eso es importante el toque, pero mas fundamentalmente las opciones de toque: Porque las opciones diluyen las referencias que puedan tener los marcadores rivales."

Ahí salte yo de nuevo, y esta vez creo que no me mande una burrada, porque el Ruso me asentía con la cabeza: "Bueno, es cierto esto del pase y de diluir la atención y todo lo que quieras... Pero si yo tardo tres años en dar el pase, el rival tiene tiempo de pensar y acomodarse. O un compañero de el me lee la jugada y tapa el hueco. O el mismo rival me sale a atorar y chau..."

"Claro, obvio," completó el Ruso, "por eso -para atacar, porque el toque defensivo es otra cosa- es importante el toque, pero el toque rápido. De primera o, a lo sumo, de segunda. Fijate el partido de hoy: Porque los otros tipos llegaban dos segundos tarde a todos los cruces? No es que nosotros seamos mas "rápidos". Llegaban tarde porque la pelota casi no paraba, pasaba de hombre a hombre casi sin escalas. Y como la bocha corre mas rápido que cualquier hombre, galgo o pájaro..." hizo una pausa para tomar un trago y estoy seguro que Juancito murmuro "y mas rápido que cualquier borracho", pero antes que le pueda responder le pregunto

"Y decime, que hay de la pausa? Sagun vos, entonces, no hay que pausar nunca..."
"Pero," arranco el Ruso, "que significa 'hacer la pausa'? Vos poder hacer una pausa por dos razones. La primera, como el gol de Carlos Alberto a Italia en la final del 70, porque ves que tu compañero esta picando al hueco y querés esperarlo a que llegue. Bueno, en un mundo ideal, el tipo hubiese arrancado antes y podrías tocar de primera sin necesidad de esperarlo. En este caso, 'la pausa' que hace Pele es una manera de corregir un desajuste natural entre cuando empieza a correr tu compañero y cuando se forma el hueco en la defensa rival... fijate que si la pausa esa hubiese demorado mas, seguro que le tapaban la corrida al bueno de Carlos Alberto. Pero la otra razón para pausar -onda el Topo Giggio- es para generar espacios. Es porque intuis que el rival va a salir a marcarte y va a descuidar su espalda. Ahí esta bien frenar, pero si tuviste que recurrir a eso es porque, presumiblemente, no tenias buenas opciones para tocar rápido. Después de todo, si hubieses tenido un compañero picando a un espacio vació listo para recibir una descarga de primera, no hubieses tenido que pausar para generar otro hueco mas. Fijate: en un fútbol ideal, siempre deberías tener buenas opciones para tocar de primera. La razón por la que hace falta pausar de tanto en tanto es, juntamente, porque el ideal no existe."

"No, pero para un poco, porque acá estas suponiendo cosas raras" acota Juancito. "Obvio que si toco de primera el rival no tiene tiempo de ajustar su posición, no tiene tiempo de pensar en como marcarme, esto y lo otro. Pero yo que? Yo tampoco tengo tiempo de pensar que pase voy a dar. Tocar rápido aumenta las posibilidad que nos equivoquemos tanto el como yo". Ahí el Ruso agarra la Quilmes, se sirve otro vaso, y, con aires de profundo, le dice "Claro, claro... obvio... pero ahí esta lo que es un buen jugador. Si recibís la bola y no sabes, inmediatamente, que hacer con ella, sos un mal jugador. Mira, vos con respecto al marcador tenes una ventaja: Sabes que vas a hacer con la bola cuando te llegue. El no. Eso es lo que te permite jugar a un toque pero equivocarte menos. Ahora bien, si recibís la bola pero no te hiciste una idea con quien vas a jugar -o si vas a jugártela solo en el uno a uno- regalaste tu mejor ventaja. Ahí sí, obvio, vas a equivocarte."

Eso me hizo acordar de una frase de Cruyff. Me sorprendió que el Ruso no la mencionara, siendo que es de esos que saben todas estas huevadas. La frase decía algo así como "esta estadísticamente estudiado que, por partido, los jugadores tienen la pelota en su poder entre 2 y 4 minutos. 3 en promedio. La pregunta es: que hacen los otros 87 minutos que no la tienen?".

"Mira," siguió el Ruso, "este deporte no tiene mas secretos que estos: Primero, que en cada momento el jugador con la bola tenga al menos dos opciones de pase y, segundo, que haya velocidad -mental y técnica- para ejecutar jugadas concebidas desde antes de recibir. Pero estas dos cosas se dan solo cuando hay movimiento continuo, tanto de los jugadores que no tienen la bola, como de la bola misma, pasando de hombre a hombre sin demoras innecesarias..."

"Y que hay de las apiladas?", interrumpe Juancito, "Porque según tu lógica" ataco Juancito, "no hay que gambetear nunca. Hay que recibir y soltar, recibir y soltar. Donde quedaron los Houseman, los Maradona?"

"No, no, no," interrumpe el Ruso, con visible indignacion "la gambeta vale, pero vale cuando no hay opción de pase. O cuando la hay, pero los rivales están tan preocupados por el toque como por vos. Ahí los encaras y lo matas.

Escuchame, vos viste aquel golazo, no? El del 86 a los ingleses? Bueno, ahí esta. Ahí esta lo que te contaba. Te das cuenta?" A todo esto, lo veo al Lolo haciendo gestos con la cabeza. La miraba a la morocha, ponía cara de 'me tienen podridos estos', y la otra se sonreía. Si, esta vez estoy seguro que le sonrió a el. Al Lolo. Que mundo generoso... tan generoso que le regalo una morocha infernal al Lolo y tres mundiales a Alemania...

"Bueno," prosiguió el Ruso, "ese gol, de cierto modo, es una de las obras maestras del trabajo en equipo. Maradona se saca a los primeros de encima en el mediocampo, y entra a correr. Si te fijas, cerca de los dos que lo persiguen de atrás, hay un tercero, justo delante de Diego. Si esos tres le hacen un sándwich, era jodido que Diego salga. Pero no, el tercero no sale a marcarlo. Y no sale, porque cerquita estaba Valdano. Sin Valdano ahi, el tercer hombre solo debía preocuparse por Diego y entre los tres se lo comían seguro. Esa duda, ese "lo marco al Enano o al 11?" hace que el Ingles no salga, y le da a Diego el tiempo necesario para arrancar la carrera. La misma historia pasa con el central que lo marca en el área. El volante retrocede con Diego hasta que se da cuenta (o intuye, o le gritan, vaya uno a saber) que Valdano ya tenia marcaje. Recién ahí sale a marcarlo. Y cuando Diego se saca de encima al tercero y encara al cuarto, el tipejo ese lo marca pero a medias, procurando detener a Maradona pero procurando no dejar libre un posible pase a Valdano. Entendés? Ese gol es una genialidad por las gambetas, por como Diego engaña con que voy para allá pero en realidad voy para acá. Pero mas aun es una genialidad porque Valdano y Diego sincronizan sus corridas a la perfeccion: Valdano apoyando para distraer, Diego mirándolo y apoyándose en el como elemento de distraccion. Es así: No hay gambeta mas efectiva que la que amenaza con un pase. Y no hay amenaza de pase si el rival sabe que jugas con los ojos pegados al cesped y que no la largas por mas que el mismísimo Jesús sea el que te la pide.

Por eso, Juancito, ese gol, sin Valdano, no hubiese existido jamas. Ya te lo dije, en el fútbol no hay mas secretos que estos: Tener cuanto menos dos opciones de pase en todo momento (aun cuando estas opciones sean nada mas que para distraer); y tener velocidad mental y técnica -no necesariamente física- para saber ejecutar la mejor opción de forma precisa y rapida. Jugar bien es simplemente hacer honor a esos mandamientos. La jugada individual no tiene nada de malo, pero es la opción constante de pase la piedra fundamental de todo este delirio."

Y ahí es que lo vemos al Lolo pararse, alzar la botella y, por un segundo, hubiese jurado que iba a aplaudir semejante genialidad, semejante poder de síntesis para resumir los misterios de este hermoso juego. Pero no. Se fue hasta la barra, le pidió otra Quilmes a la morocha y no volvió mas. Claro, si estuvo toda la noche amenazando con el toque y abriéndose espacio en la defensa rival. Habrá visto que llego el momento de encarar y mandarla a guardar?

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